Ay, William


Uno de los mejores libros del año según The Times y GQ y uno de los más esperados según Esquire y Telva


Elizabeth Strout, ganadora del Premio Pulitzer y el Premi Llibreter, con tres millones y medio de lectores, recupera a su icónica protagonista, Lucy Barton, en un libro del que no se sale, hermoso, doloroso y profundo como las historias de Lucia Berlin o Alice Munro.


Inesperadamente, Lucy Barton se convierte en confidente y apoyo de William, su exmarido, el hombre con el que ha tenido dos hijas ya adultas, pero que ahora es casi un desconocido presa de terrores nocturnos y empecinado en desvelar el secreto de su madre.


Mientras su nuevo matrimonio tambalea, William quiere que Lucy lo acompañe en un viaje del que no volverá a ser el mismo. ¿Cuántos sentimientos –celos, piedad, temor, ternura, decepción, extrañeza– caben en un matrimonio, incluso cuando ha terminado –si tal cosa es posible–? Y en el centro de esta historia, la voz indomable de Lucy Barton, su reflexión profunda y perenne sobre nuestra propia existencia: «Así es como funciona la vida. Todo lo que no sabemos hasta que ya es demasiado tarde».


Ficha técnica

Título
Ay, William
Autor
Elizabeth Strout
Género
Narrativa contemporánea
Páginas
184
Fecha de publicación
20-01-2022
Editorial
Alfaguara


Reseña

3 / 5

Es una lectura que forma parte de la que es hasta ahora una trilogía, aunque puede leerse de forma independiente, como ha sido mi caso. Una novela que supone una continuación en la vida de nuestra protagonista Lucy Barton, quién a sus sesenta y cinco años se convertirá inesperadamente, en confidente y principal punto de apoyo de William Gerhard, su exmarido con el que ha tenido dos hijas ya adultas, y con el que sigue manteniendo muy buena relación pese a llevar vidas separadas.


Una historia que comienza en un tiempo pasado, cuando William contaba con sesenta y nueve años, se jactaba de su excelente condición física y su expresión solía ser de una amabilidad inquebrantable, aunque ya por entonces solía sufrir terrores nocturnos.


Pasados dos años desde entonces, ya a sus 71 años. Lucy observa un cambio en él que le preocupa, aunque era algo a lo que estaba acostumbrada, él siempre fue un misterio para ella y sus hijas. Será cuando la vida de este comience a tambalearse, ante el abandono de su actual mujer y el descubrimiento de un secreto en el pasado de su difunta madre, que la relación de dependencia entre ambos se haga más evidente.


Mediante evocaciones a un pasado del que no quiere darnos demasiados datos que ya son desvelados en otro libro; descubriremos más a cerca de los traumas infantiles de Lucy, sus orígenes de extremada pobreza, de como cambio su vida a partir de aquel día que subió al coche de la señora Nash y como llegó a conocer a William, con el que se casaría y tendría dos hijas, para acabar separándose de él veinte años después. Conoceremos más datos a cerca de las infidelidades de William, las relaciones de Lucy y el fallecimiento de su actual marido, David Abramson, del que no quiere desvelarnos demasiados datos.


Ambos convalecientes tras los derroteros recientes en sus vidas, emprenderán un viaje de descubrimientos, que les llevará a echar una vista al pasado. Un viaje que concluirá en un ejercicio de reflexión profunda sobre nuestra propia existencia y la complejidad de las relaciones.


En conclusión, es una novela que bajo la cotidianidad en la vida de sus protagonistas, esconde importantes reflexiones que indagan en la complejidad de las relaciones. Quizás el hecho de no haberme leído los dos volúmenes anteriores haya sido la razón por la que no he conseguido engancharme a esta historia que nos presenta un personaje tan icónico como es el de Lucy Barton. Razón por la que os recomiendo la leáis en su conjunto.


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