Las olas del tiempo perdido


"El dolor, como el amor, es una fiera indomable que araña y sana a partes iguales"


Las olas del tiempo perdido nos traslada a los veranos de la niñez, aquellos que creímos infinitos. Un tiempo que nos recuerda la importancia de pertenecer, de volver a la tribu, de recuperar, siendo adultos, a los niños que fuimos.


Eran cómplices de aventuras. Como Los Cinco, esas novelas juveniles de unos amigos inseparables. Lo fueron hasta que un segundo lo cambió todo. Los veranos de la infancia, la vida sin prisas y aquella amistad que parecía eterna estalló en un coche una madrugada de invierno. El peso de la culpa dinamitó sus sueños y dejaron de verse. Pero la delirante promesa de celebrar juntos el cuarenta cumpleaños de un muerto volverá a reencontrarlos veintiún años después. Ha pasado demasiado tiempo. Se han convertido en desconocidos, pero todos deciden cumplir y pasar cuatro días juntos para redescubrirse y comprobar que más allá de la muerte, más allá del dolor, está la vida y esa amistad que les pertenece y ha dado valor a su supervivencia.




Ficha técnica

Título
Las olas del tiempo perdido
Autor
Sandra Barneda
Género
Novela contemporánea
Páginas
512
Fecha de publicación
21/09/2022
Editorial
Planeta


Reseña

3,5 / 5

Hoy os traigo, en colaboración con Stageandscreen y gracias a Editorial Planeta, la reseña de la última novela de Sandra Barneda, “Las olas del tiempo perdido”. Una lectura que nos traslada a los veranos de la niñez, recordándonos a través de una bonita historia, donde reside el auténtico valor de la amistad.


En sí es una novela muy tierna, que nos habla del reencuentro de cinco amigos de la infancia, en aquel pueblo de la costa cántabra, al que solían acudir cada verano y donde muchos años atrás construyeron su amistad. Una amistad que prometía ser eterna y quedo relegada al olvido tras la muerte de Adrián, el más pequeño de la tribu.


Veintiún años después del trágico incidente, su hermana Belén, es una afamada psiquiatra de semblante frío y triste, que se refugia en una vida marcada por el triunfo, la de la Doctora Collet. Hasta el día en el que sufre otro revés inesperado y decide soltar las riendas. Lleva demasiados años mirando hacia delante y obligándose al abandono de lo vivido. Quizás sea el momento de reunirlos a todos, de sanar, de recuperar, rememorando lo que todos quisieron olvidar.


Un reencuentro inesperado al que acuden Diego, Lucía, Martín y también Sebas, acompañados de sus respectivas parejas, bajo la inocente promesa de celebrar el cuarenta cumpleaños de Adrián. A ninguno de ellos les gusta la idea de volver a encontrarse y pasar cuatro días juntos, desde que marchó aquel que era el alma del grupo, nada volvió a ser lo mismo. Aun así, y llevados por el deseo de cumplir con la promesa que le hicieron en su funeral, todos accederán a la petición, acudiendo a la celebración que Belén ha organizado en su honor.


“Nade quiere ver qué hay debajo de una lápida, de una vida enterrada”


De este modo, avanzaremos a paso lento por un extenso mar de emociones, palpando ese miedo que sienten todos a retomar una amistad que les llego al corazón y les causo un tremendo dolor. Sumergiéndonos de lleno en una novela muy coral, en la que las historias personales, sumadas a las dispares personalidades y las redecillas pendientes, harán que sea inevitable que surjan los conflictos. Así transcurrirá gran parte del libro, entre la calma y la tormenta; entre los deseos de salir huyendo y los de conseguir despertar aquel vínculo que durante tantos años los había mantenido unidos.


Cuatro días de convivencia que parecen alargarse, y en los que quizás echéis en falta algo más de dinamismo, especialmente en la primera mitad del libro; en la que cada personaje nos llega con su bagaje emocional para entremezclarse con el de los demás. Por lo que os recomendaría que no tengáis prisa, ya que es una lectura que precisa ser descubierta al ritmo que su autora nos va marcando. A través de una narración en la que se alterna el tiempo presente con el pasado, permitiéndonos conocer los entresijos en las vidas de los protagonistas, así como desempolvar todos aquellos secretos que durante tantos años se empeñaron en ocultar. Siendo quizás la subtrama que gira en torno al personaje de Hugo, la que consiguió despertar mayormente mi curiosidad, dándole esa dosis de tensión e intriga que me fue tan necesaria para engancharme a la trama.


Más allá del misterio que suscitan las tramas que giran en torno a las historias personales, los encuentros y las disputas entre los protagonistas; debemos tener presente que estamos ante una historia llena de sentimiento y de nostalgia, de las que te hacen pensar y rememorar aquellas amistades de juventud. Para mí, ha sido especialmente emocionante, el poder adentrarme en una historia que ha conseguido evocar todas aquellas vivencias, juegos, canciones y películas con las que crecimos todo una generación. En compañía de unos personajes tan creíbles y reales, con los que he logrado empatizar con una gran facilidad. Acompañándolos en una ruta de convivencia que me ha permitido volver a disfrutar de algunos de los rincones más hermosos y pintorescos de Cantabria.


En definitiva, es una novela de prosa sencilla en la que se nos habla de esa nostalgia evocadora de los primeros veranos, de aquellas amistades de juventud y del poder de pertenecer a una tribu. Una historia llena de sentimiento que se digiere a paso lento, a la vez que nos invita a reflexionar y transitar por nuestros recuerdos. Una lectura especialmente recomendada, para aquellos que deseen disfrutar de una bonita historia que les haga pensar y rememorar.


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